Y si por accidente tu nombre vuelvo a nombrar,
no iré hablarte amor,
y si por accidente la mente me lleve a tu recuerdo,
no saldré corriendo a buscarte amor,
si en al andar de la vida,
por accidente volvemos a vernos,
te sonreiré y seguiré mi andar,
y ni por accidente mi herida volverá abrirse y ni mi alma a de llorarte.
Realmente accidentado.
ResponderBorrarEsos accidentes que constituyen el azar.
ResponderBorrar